No hay reto imposible si se tienen buenas ideas. En esta ocasión, se ha partido de la adaptación de una sala de televisión y juegos para crear una nueva oferta de ocio de interior en el hotel Oasis. Para ello, ha sido necesaria una profunda transformación estética del espacio, buscando la luminosidad y la limpieza de las líneas que han marcado el diseño. Durante el día, la luz natural es la protagonista, mientras que las gráficas de las cristaleras tiñen de tonos violetas el blanco del suelo.
El ambiente de la sala se transforma por completo al caer la noche, gracias a la iluminación tipo RGB que se ha colocado sobre paredes y columnas, junto a la luz de los maceteros y mesas, adoptando un aire mucho más sofisticado. La barra blanca sobre blanco, las texturas de papel y los grandes murales pintados in situ, así como la imagen retroiluminada, aportan el equilibrio necesario a esta intervención.